lunes, 30 de abril de 2018


¿Qué ocurre después de la fecundación?
El óvulo fecundado constituye una nueva célula denominada cigoto, que empieza a descender por la trompa de Falopio hacia el útero. Durante ese trayecto, el cigoto se divide para dar lugar al embrión de dos células. El término cigoto solamente se utiliza para definir el primer estadio embrionario de una única célula.
A medida que avanza por la trompa, el embrión seguirá dividiéndose para permitir la formación del blastocisto, estructura con muchas células que empiezan a diferenciarse y que tiene la capacidad para implantarse en el útero y dar lugar al embarazo.
¿”Fertilización” es lo mismo que “fecundación”?
Aunque ambos términos se suelen utiliza para cosas diferentes, sí que son sinónimos. Por una parte, la palabra fecundación se utiliza para describir el proceso por el que el gameto masculino (espermatozoide) y el femenino (óvulo) se juntan para formar un embrión. En cuanto al término fertilización, éste se utiliza para nombrar el proceso a través del cual se prepara la tierra para hacerla más fértil.
¿La fecundación es intrauterina o se produce en otro lugar?
La fecundación no ocurre en el útero, por lo que no es intrauterina. Este proceso tiene lugar en el interior de las trompas de Falopio, que son los conductos que conectan los ovarios, donde se producen los óvulos, y el útero, donde se desarrolla el embarazo.
¿Cuánto tiempo después del coito ocurre la fecundación?
La fecundación tiene que ocurrir necesariamente una vez el óvulo sale del ovario y llega a la trompa. Por tanto, la mujer debe estar aproximadamente en su día 14 del ciclo menstrual, momento en el que ocurre la ovulación habitualmente. A pesar de que los espermatozoides pueden vivir hasta 3 días en el tracto genital femenino, el óvulo sólo vive 24 horas, por lo que la fecundación debe ocurrir durante las primeras 24 horas tras la ovulación. No obstante, es posible que el coito haya ocurrido entre 2 y 3 días antes.
El proceso de fecundación en sí puede tardar varias horas, pero los tiempos pueden variar tanto entre unos casos y otros que no es posible dar un tiempo concreto. En general, se considera que ocurre en un plazo de 19-24 horas.
¿Se puede fecundar un óvulo con otro óvulo?
No. Para que pueda tener lugar la fecundación y el desarrollo de un nuevo ser, son imprescindibles un óvulo y un espermatozoide. Por ahora, ni siquiera los avances en reproducción asistida han hecho posible que en el laboratorio se pueda producir la fecundación entre dos óvulos humanos de dos mujeres.





Etapas de la fecundación natural
Aunque el proceso de unión entre óvulo y espermatozoides pueda parecer muy sencillo, lo cierto es que deben darse varios mecanismos y cambios en ambos gametos para que pueda ocurrir la fecundación.
A continuación te explicamos paso a paso las distintas etapas de la fecundación en el ser humano:
Penetración de la corona radiada:
El proceso de fecundación se inicia con la penetración de los espermatozoides a través de la capa de células que rodea el óvulo: la corona radiada.
Los espermatozoides consiguen atravesar esta capa gracias a la liberación de la enzima hialuronidasa y el movimiento de su flagelo (la cola).

Una vez atraviesan esta capa, los espermatozoides se encuentran con una segunda barrera: la zona pelúcida, la capa externa que rodea al óvulo.
Penetración de la zona pelúcida:
Se necesita más de un espermatozoide para lograr degradar la zona pelúcida, aunque finalmente solo uno de ellos podrá entrar en el óvulo.
Para poder atravesar esta segunda barrera, la cabeza del espermatozoide establece contacto con el receptor ZP3 de la zona pelúcida del óvulo. Esto desencadena la reacción acrosómica, que consiste en la liberación de enzimas hidrolíticas denominadas espermiolisinas. Dichas enzimas disuelven la zona pelúcida para permitir el paso del espermatozoide.

Así mismo, la reacción acrosómica provoca una serie de cambios en el espermatozoide que permita su  capacitación final para poder penetrar en el interior del óvulo fundiendo sus membranas.
Fusión de membranas:
Cuando el espermatozoide entra en contacto con la membrana plasmática del óvulo, se desencadenan 3 procesos distintos en el gameto femenino:
·         La formación del cono de fecundación
·         La despolarización instantánea de su membrana
·         La liberación de gránulos corticales al espacio perivitelino
La formación del cono de fecundación permite la fusión de la membrana del óvulo con la del espermatozoide para que la cabeza del espermatozoide pueda entrar. A su vez, gracias a la despolarización de la membrana del óvulo y a la liberación de gránulos corticales, se evita la entrada de otro espermatozoide.

Fusión de núcleos y formación del cigoto:
Con la entrada del espermatozoide, el óvulo se activa para terminar la meiosis, proceso que permite la reducción del número de cromosomas. Así, se libera el segundo corpúsculo polar y los cromosomas se colocan formando una estructura denominada pronúcleo femenino.
Los pronúcleos son los núcleos de los gametos, los cuales tienen la particularidad de disponer de la mitad de cromosomas con respecto al resto de células del cuerpo, esto es, 23 cromosomas.
Por su parte, el espermatozoide avanza hasta que su cabeza, que contiene el núcleo del espermatozoide, queda junto al pronúcleo femenino. La cola se desprende para terminar degenerando y el núcleo se hincha para formar el pronúcleo masculino.
Una vez ambos pronúcleos se encuentran uno junto al otro, ocurre la fusión de ambos.
Esto supone que las membranas de ambos pronúcleos desaparezcan para que sus cromosomas puedan juntarse y que la célula restablezca su dotación cromosómica, es decir, 46 cromosomas en total.
Todo este proceso de la fecundación culmina con la formación del cigoto humano: primera célula del organismo fruto de la unión del óvulo y el espermatozoide.

Además de todo esto, en la fecundación queda establecido si el futuro bebé será un niño o una niña en función de sus cromosomas sexuales:
Cigoto masculino
sus cromosomas sexuales son XY y el futuro bebé será un niño.
Cigoto femenino
sus cromosomas sexuales son XX y el futuro bebé será una niña.
El óvulo siempre es portador del cromosoma X. Por tanto, el sexo del embrión se definirá según si el espermatozoide es portador de un cromosoma X o un cromosoma Y.
Aunque hemos visto cada una de las etapas de la fecundación de forma detenida, en la siguiente imagen puedes ver un esquema del proceso completo.

La fecundación de gemelos y mellizos:
Al contrario de lo que indica la creencia popular, los gemelos no surgen de la fecundación de un óvulo por dos espermatozoides. Como ya hemos indicado, el óvulo tiene un mecanismo para evitar la fecundación doble y múltiple, ya que los embriones resultantes no serían viables.
Si penetraran 2 espermatozoides en el óvulo, en total habría 69 cromosomas: 23 cromosomas de un espermatozoide, 23 del otro y 23 del óvulo. Este tipo de embriones serían triploides, es decir, tendrían 3 juegos de cromosomas, y no podrían seguir con su desarrollo.
Para que puedan originarse gemelos, la fecundación es idéntica a la que da lugar a un único bebé: un espermatozoide penetra en el interior del óvulo. La diferencia reside en las divisiones celulares que ocurren a continuación. En este caso, por causas aún desconocidas, el embrión se divide en dos y se originarán dos bebés idénticos genéticamente, lo que implica que serán del mismo sexo.
El origen de los mellizos es distinto. En este caso, se produce la fecundación de dos óvulos distintos, cada uno de ellos por un espermatozoide. Por tanto, los procesos de fecundación y desarrollo embrionario serían los habituales, con la particularidad de que los dos bebés se desarrollarían a la vez en el vientre materno. Los bebés no serían genéticamente idénticos ni tampoco tienen por qué ser del mismo sexo.





LA FECUNDACIÓN

El proceso de fecundación puede definirse como una secuencia de acontecimientos moleculares coordinados en los que participan los gametos masculino y femenino. Consiste en la fusión y penetración de un espermatozoide en un ovocito y finaliza con la primera división normal del cigoto.
El proceso natural de fecundación en el ser humano es casi desconocido, ya que de momento es imposible observar su dinámica in vivo. Hay que basarse en los acontecimientos visualizados y descritos en los trabajos de fecundación in vitro.
Los gametos femenino (ovocito) y masculino (espermatozoide) deben haber completado normalmente todas sus etapas de maduración antes de ponerse en contacto para que la fecundación se lleve a cabo con éxito.