Etapas de la
fecundación natural
Aunque el proceso de unión entre
óvulo y espermatozoides pueda parecer muy sencillo, lo cierto es que deben
darse varios mecanismos y cambios en ambos gametos para que pueda ocurrir la
fecundación.
A continuación te explicamos paso a
paso las distintas etapas de la fecundación en el ser humano:
Penetración de la
corona radiada:
El proceso de fecundación se inicia
con la penetración de los espermatozoides a través de la capa de células que
rodea el óvulo: la corona radiada.
Los espermatozoides consiguen
atravesar esta capa gracias a la liberación de la enzima hialuronidasa y el
movimiento de su flagelo (la cola).
Una vez atraviesan esta capa, los
espermatozoides se encuentran con una segunda barrera: la zona pelúcida, la capa externa que rodea al óvulo.
Penetración de la
zona pelúcida:
Se necesita más de un espermatozoide
para lograr degradar la zona pelúcida, aunque finalmente solo uno de ellos
podrá entrar en el óvulo.
Para poder atravesar esta segunda
barrera, la cabeza del espermatozoide establece contacto con el receptor ZP3 de
la zona pelúcida del óvulo. Esto desencadena la reacción
acrosómica, que consiste en la liberación de enzimas hidrolíticas
denominadas espermiolisinas. Dichas enzimas
disuelven la zona pelúcida para permitir el paso del espermatozoide.
Así mismo, la reacción acrosómica
provoca una serie de cambios en el espermatozoide que permita su capacitación final para
poder penetrar en el interior del óvulo fundiendo sus membranas.
Fusión de membranas:
Cuando el espermatozoide entra en
contacto con la membrana plasmática del óvulo, se desencadenan 3 procesos
distintos en el gameto femenino:
·
La formación del cono de fecundación
·
La despolarización instantánea
de su membrana
·
La liberación de gránulos
corticales al espacio perivitelino
La formación del cono de fecundación
permite la fusión de la membrana del óvulo con la del espermatozoide para que
la cabeza del espermatozoide pueda entrar. A su vez, gracias a la
despolarización de la membrana del óvulo y a la liberación de gránulos
corticales, se evita la entrada de otro espermatozoide.
Fusión de núcleos y
formación del cigoto:
Con la entrada del espermatozoide, el
óvulo se activa para terminar la meiosis, proceso que permite la reducción del
número de cromosomas. Así, se libera el segundo corpúsculo polar y los
cromosomas se colocan formando una estructura denominada pronúcleo femenino.
Los pronúcleos son los núcleos de
los gametos, los cuales tienen la particularidad de disponer de la mitad de
cromosomas con respecto al resto de células del cuerpo, esto es, 23 cromosomas.
Por su parte, el espermatozoide avanza
hasta que su cabeza, que contiene el núcleo del espermatozoide, queda junto al
pronúcleo femenino. La cola se desprende para terminar degenerando y el núcleo
se hincha para formar el pronúcleo masculino.
Una vez ambos pronúcleos se
encuentran uno junto al otro, ocurre la fusión
de ambos.
Esto supone que las membranas de
ambos pronúcleos desaparezcan para que sus cromosomas puedan juntarse y que la
célula restablezca su dotación cromosómica, es decir, 46 cromosomas en total.
Todo este proceso de la fecundación
culmina con la formación del cigoto humano:
primera célula del organismo fruto de la unión del óvulo y el espermatozoide.
Además de todo esto, en la
fecundación queda establecido si el futuro bebé será un niño o una niña en
función de sus cromosomas sexuales:
Cigoto masculino
sus cromosomas sexuales son XY y el futuro bebé será un niño.
Cigoto femenino
sus cromosomas sexuales son XX y el futuro bebé será una niña.
El óvulo siempre es portador del
cromosoma X. Por tanto, el sexo del embrión se definirá según si el
espermatozoide es portador de un cromosoma X o un cromosoma Y.
Aunque hemos visto cada una de las
etapas de la fecundación de forma detenida, en la siguiente imagen puedes ver
un esquema del proceso completo.
La fecundación de
gemelos y mellizos:
Al contrario de lo que indica la
creencia popular, los gemelos no surgen de la fecundación de un óvulo por dos
espermatozoides. Como ya hemos indicado, el óvulo tiene un mecanismo para
evitar la fecundación doble y múltiple, ya que los embriones resultantes no
serían viables.
Si penetraran 2 espermatozoides en
el óvulo, en total habría 69 cromosomas: 23 cromosomas de un espermatozoide, 23
del otro y 23 del óvulo. Este tipo de embriones serían triploides, es decir,
tendrían 3 juegos de cromosomas, y no podrían seguir con su desarrollo.
Para que puedan originarse gemelos,
la fecundación es idéntica a la que da lugar a un único bebé: un espermatozoide
penetra en el interior del óvulo. La diferencia reside en las divisiones
celulares que ocurren a continuación. En este caso, por causas aún
desconocidas, el embrión se divide en dos y se
originarán dos bebés idénticos genéticamente, lo que implica que serán del
mismo sexo.
El origen de los mellizos es
distinto. En este caso, se produce la fecundación de dos óvulos distintos,
cada uno de ellos por un espermatozoide. Por tanto, los procesos de fecundación
y desarrollo embrionario serían los habituales, con la particularidad de que
los dos bebés se desarrollarían a la vez en el vientre materno. Los bebés no
serían genéticamente idénticos ni tampoco tienen por qué ser del mismo sexo.
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